Hoy en día, la mayoría de nuestras cámaras digitales, cuentan con una serie de modos de ajuste preestablecidos, que permiten la salida de la imagen en modos mas o menos creativos: blanco y negro, sepia, contraste de colores, etc A muchas personas les resulta un atajo mucho más rápido, ya que vemos el resultado en la pantalla de la cámara y no tenemos que imaginarnos como podría quedar esa foto con alguno de estos ajustes anteriormente dichos.
Pero... ¿alguna vez te has preguntado si es bueno hacerlo de esa manera? En este artículo te vamos a indicar que esa NO es la manera correcta de hacer tus fotografías.
Cuando hacemos fotografía en blanco y negro, necesariamente debemos ver esa fotografía a color primero, ya que la cámara va a captar todos esos colores y hará una conversión de ellos, a escala de grises. Es decir, Cuando hacemos una foto, estamos capturando cierta información hacia el sensor de nuestra cámara, mucha más de la que podemos apreciar en el pequeño LCD. Pero mucha de esta información se pierde cuando disparamos en alguno de estos modos automáticos, como blanco y negro. En ese momento, la cámara está decidiendo por nosotros cómo realizar esta conversión, quitándonos todo el control sobre el proceso.
La manera correcta de sacarle el mayor provecho a tus imágenes en blanco y negro, es disparando a color y luego revelar esa fotografía en escala de grises. De este modo vamos a tener control total sobre toda la información del archivo digital y vamos a poder controlar de manera selectiva cada uno de los tonos de color y su conversión a escala de grises.
En el siguiente artículo veremos las distintas maneras de como realizar ese proceso de color a blanco y negro mediante el software de revelado mas conocido: Adobe Camera Raw.
¡Nos vemos en el siguiente artículo!
